Termina la Primera Guerra Mundial con un mundo que queda en shock. El tiempo de la Belle Époque en occidente se fractura con un interrogante que reverbera aún en nuestros días: ¿Puede la tecnología puede convertirse en una vía de salvación, sin, en su alza, devastar poblaciones enteras? Se piensa de otra manera. El rol que tuvo y qué fue la Bauhaus.
ALEMANIA AÑO CERO
En una Alemania vencida por Europa de mano del tratado de Versalles, la necesidad de pronunciarse, comunicar e inspirar se vuelve ineludible. El desencanto contra la máquina es fatal, y es Walter Adolph Georg Gropius quien lo expresará en el principio fundacional de su escuela de arte, diseño, artesanía y arquitectura:
Arquitectos, escultores, pintores, … debemos regresar al trabajo manual … Establezcamos, por lo tanto, una nueva cofradía de artesanos, libres de esa arrogancia que divide a las clases sociales y que busca erigir una barrera infranqueable entre los artesanos y los artistas.
Walter Adolph Georg Gropius
Bauhaus encuentra su génesis en una emocional pulsión por desarmar este gran mecanismo que se llevó millones de vidas gracias a la tecnología desarrollada en los inicios de la modernidad, tiempos de la Bella Época.
Es una invitación a volver a los orígenes para prescindir de esta arrolladora maquinaria de la muerte, dando formalidad también a carreras como Diseño Gráfico e Industrial (hasta el momento no contempladas en los sistemas de formación universitaria), ocupando un lugar donde el mercado tenía serias carencias: conciencia humanitaria.
En alguna medida, es un movimiento que estéticamente estará muy emparentado al constructivismo ruso del cual habíamos hablado en Rouge.
CAMBIAR DESDE EL DISEÑO: BAUHAUS
Esta escuela se consagrará como la que consolidará las bases y normativas fundamentales para la formación en Diseño Gráfico y Diseño Industrial, incorporando una nueva estética que tendrá una infinidad de exponentes en la vida cotidiana, desde libros hasta sillas o edificios. Sus bases fundacionales, se expresarán en la relación a un uso eficiente y un diseño moderno, simple, potente y pulcro. Se trata de resolver problemas y a la vez inspirar. Simplificar procesos para lograr costos más bajos y volver más accesibles aquellos objetos que facilitan la vida. Se trata que los logros de la Belle Époque, que facilitaban la vida de los burgueses, lo hagan también a otros niveles socioeconómicos, en otros términos, democratizar el uso e inspiración de la belleza.
Su base ideológica y componente contra cultural (inclinar las direcciones, perversión de los ejes habituales), la perjudicará en tiempos en los cuales el nazismo accede al poder.
NAZISMO Y CIERRE
Weimar, donde originalmente se aloja la sede de la Bauhaus, era sede conservadora del nacionalismo que ascendía al poder en aquel tiempo de Alemania. Deberá cerrar sus puertas, trasladándose en el año 1925 a Dessau y en 1932 a Berlín, última sede hasta cerrar sus puertas definitivamente en el año 1933.
Gropius establece en su mayor obra de arte (la Bauhaus), una forma de humanidad autónoma, artista y servicial al mismo tiempo. Romper con la condición enajenada en la que el mundo se iba hundiendo con la operación de la máquina y tareas despojadas de toda creatividad en las líneas de producción.
“…libres de esa arrogancia que divide a las clases sociales y que busca erigir una barrera infranqueable entre los artesanos y los artistas…”
¿QUE FUE LA BAUHAUS?
El mundo del siglo 20 establece claramente sus objetivos a través de la militarización de su cuerpo social para mandarlo al frente de batalla. ¿Por qué no pensar, que tras la consolidación de la fábrica moderna, con gremios que cuestionan condiciones laborales deplorables y mala calidad de vida en las emergentes ciudades, la gran guerra se erige como esa referencia, de lo que puede ser también, de aquello que es tanto peor, que nos hace agradecer e inclusive, implorar por volver a lo otro, el trabajo en la línea de producción, en malas condiciones, “con tal de no ver pudrir nuestros cuerpos en las trincheras”?
¿No consolida este mundo industrial-capitalista una clase dominante, que toma decisiones, que invierte, que emplea, y una clase que persigue las migas de los sueños que los primeros, con el esfuerzo, sudor y sangre de los segundos, concretan? ¿Pero que a la vez son sueños viejos, ya soñados, ya concretados, que a través de las luchas sociales y avances de derechos, se vuelven objetos de lujo y productos de los primeros que consumirán los segundos?
¿No somos acaso, la belleza del sueño, y la capacidad, la herramienta para concretarlo?
Bauhaus.