En esta nueva entrega de artistas que escribieron la historia y en este caso, que la construyeron y expandieron, rescatamos los archivos de Fan Ho, un alucinante fotógrafo urbano que retrató las calles de la posguerra en Hong Kong.
Fan Ho nació en la Shanghai del año 1931 aunque se mudó con su familia a Hong Kong a los 18 años. Su primer cámara constaba de una Brownie (una vieja cámara Kodak Eastman que consta de una caja cuadrada con la película dentro, de muy bajo costo).
Luego obtuvo por parte de su padre una Rolleiflex de doble óptica que fue la cámara que lo acompañó a Fan Ho durante toda su vida.
Y fue con esa cámara con la que ha retratado la vida urbana de Hong Kong, una ciudad en recomposición, como todas las ciudades del mundo luego de la segunda guerra mundial.
Un ojo capaz de captar la poesía de su espacio, comparable al estilo de contemporáneo Saul Leiter en Nueva York.
Es aquí donde se filtra lo esencial de Fan Ho, una nostalgia por aquella vida perdida, en una nueva ciudad que se conoce cuando tenía las bases para desarrollarse en la abandonada Shanghai.
La nostalgia entre las sombras. Oscuridad. Hong Kong bajo las sombras. Y trabajo, sudor, continuación, trascendencia. La rueda que sigue girando por inercia.
Amanceres y atardeceres entre bloques, justo antes de que Hong Kong se convirtiera en un jardín de rascacielos. Lo proyectado y lo perdido entre todas las sombras que dejan entre penumbras la ciudad.
Trabajadores, transportistas, gente acarreando el peso del futuro. Un futuro que se impone como una travesía no necesariamente agradable pero sí necesaria hacia unos sesenta que prometen renovar el aire.
Transeúntes rompiendo líneas de vías, de trazados de tranvías, tirantes de escaleras. Fan Ho utilizando el lenguaje para jugar a que la sociedad de la que forma parte, se rebelara un poco más.
Formas geométricas organizarán el caos que rige a las grandes ciudades asiáticas. Triángulos, fotos verticales largas. Y la sombra como articuladora de marcos naturales. Como contenedora de la primera luz de la mañana llena de partículas de magia.
Partículas creadoras del sueño del mundo nuevo.
